¿Y si estuviéramos equivocados sobre casi todo lo que pensamos? Mirando al presente como si fuera pasado.

 

La historia de las ideas son extensas capas de presunciones/verdades absolutas, donde cada generación viene a matar y reconfigurar las ideas de la generación anterior, diseñando un nuevo imaginario social acorde a su tiempo. Las ideas son inestables y las verdades provisionales. La enorme dificultad que tenemos los seres humanos con las ideas es la dificultad de reevaluar lo que consideramos verdad desde el propio presente. Es muy difícil cuestionar la fiabilidad de las ideas que son aceptadas hoy por toda una sociedad. El sesgo de confirmación y las cámaras de eco ayudan aún más a que nos reafirmemos sobre nuestras ideas.

En el ensayo filosófico But what if we´re wrong? Thinking about the present as if it were the past (2016), Chuck Klosterman sugiere pensar el presente del mismo modo que pensamos el pasado. ¿Cómo nos parecería 2017 si lo viéramos en 2050 o incluso más allá? Quizás en 2117, los sociólogos tengan consenso sobre la idea de que la democracia de un siglo atrás era ineficiente y muy poco democrática. ¿Cómo se les ocurriría a los ciudadanos de principios del siglo XXI cumplir un horario para trabajar?, pensarán. ¿Cuál era el razonamiento científico que les llevaba a pensar que los vehículos a motor debían moverse con combustibles fósiles?

¿Porqué las personas asumimos involuntariamente que todos las ideas que hoy son verdades incuestionables, seguirán siéndolo en el futuro? Klosterman afirma que este es un error permanente de las sociedades y propone desconfiar de las narrativas objetivas. Este filósofo pop da muchos ejemplos de pensamientos que han cambiado y podrán cambiar en la cultura. ¿Qué productos culturales o conocimientos científicos de nuestro tiempo serán recordados de aquí a 100 años?

• La visión de un mundo pos-gravedad está fuera del alcance de nuestra comprensión. Pero la visión de Aristóteles en Physics era pre-gravedad y fueron aceptadas durante más de 500 años. Brian Greene -físico teórico de Columbia University- señala que “existe una gran posibilidad que nuestra comprensión de la gravedad sea totalmente diferente en 500 años a la que hoy tenemos y no cuestionamos como sociedad.”

• Mucha de la música comercial desaparece cuando muere la gente que la hizo y quienes la escucharon. El rock & roll hoy puede significar poca cosa para los jóvenes, pero tenía un valor simbólico muy profundo de rebeldía cuando Chuck Berry irrumpió en el mercado por los años de 1950.

• La prolongación de la adolescencia y la negación de la adultez.

• El concepto de éxito es personal y arbitrario (Klosterman ironiza que clasificar a alguien como el más exitoso en algo, habla más de la fuente de esa clasificación que del sujeto mencionado).

• ¿Es un buen libro reconocido por los expertos como un buen libro apenas éste se edita? Existen muchos casos de textos que en vida del autor fueron un fracaso de ventas y prestigio y luego se repensaron. Un libro se vuelve prestigioso por su texto pero más por su subtexto y la realidad del mercado. Klosterman analiza el caso de Kafka, como el ejemplo más fácil de un escritor canónico que finalizó su vida en el anonimato, y se pregunta: ¿que tal si es escritor más importante de la próxima década es alguien que hoy no es tomado en serio por nadie, ni siquiera por el mismo autor?

• Muchos de los hechos y las figuras históricas que sabemos son en realidad “versiones mitológicas recurrentes de una misma historia y todo lo que sabemos del mundo antiguo son narrativas ficcionales”.

 

 

Sugiero la lectura de esta excelente entrevista a Chuck Klosterman en Fast Company. También esta reseña crítica del libro en The New York Times. ¿Podría una persona nacida en 1920 compartir los mismos gustos que una nacida en 1970 aunque fueran del mismo lugar y con entornos familiares y educativos similares? El clima de época condiciona por completo la visión de la verdad. Uno de los errores más frecuentes es analizar el pasado con lentes de presente.. Ya escribí de manera recurrente aquí en Digitalismo sobre la economía de la atención. Si una idea no tiene atención mediática, es muy difícil que resulte atractiva, excepto para las personas que están buscando perspectivas alternativas.

Además, en esta era de sobreinformación el consenso es una herramienta de validación de las ideas. De allí deriva la importancia de la legitimidad social. Sin embargo, la legitimidad social basada en la atención mediática y su carencia de especificidad, hace que sea muy difícil generar verdades profundas. Y eso lo sabe la ciencia. Klosterman recomienda el esfuerzo intelectual de “pensar como niños y no dejarnos paralizar por el consenso social”. El problema es que Internet, los dispositivos móviles, la cultura de la inmediatez y su lectura en vertical no ayudan mucho a construir verdades profundas.
 

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