Hoy domingo 5 de febrero de 2017, el diario El País de España nos informa sobre un grave caso de nepotismo en la Universidad de Sevilla de la responsable de la unidad de limpieza. “Dos hijas, cuatro hermanos, seis sobrinos, un cuñado, un yerno… pero también la suegra de una hermana, un hermano del yerno o una vecina… así hasta 22 personas. La encargada de equipo en la Unidad de Limpieza de la Universidad de Sevilla María Luisa Díaz ha enchufado en el servicio que ella supervisa.” El caso es grave, especialmente por la impunidad de esas prácticas. Pero más grave es si analizamos lo que sucede en el cuerpo docente, y cómo este nepotismo y endogamia afectan la calidad de las mismas. Aprovechando la situación, escribía un articulo sobre el tema en 2011 en el antiguo digitalismo. En una entrevista que me hicieron en noviembre de 2016 en El Día de Tenerife volví a analizar el tema. La situación no ha cambiado mucho en 6 años, asi que editaré y compartiré una nueva versión sintética de ese texto, para denunciar una práctica que por habitual, a veces deja de debatirse entre las prioridades del diseño de la universidad del siglo XXI.
Analicemos la poca capacidad para de las universidades españolas para atraer talento extranjero en un entorno idela para jóvenes investigadores europeos, asiáticos y latinoamericanos”. El tema me preocupa mucho, porque considero que es una de las variables más determinantes en la calidad competitiva de la universidad española. La endogamia en la selección del profesorado es un cáncer del sistema universitario iberoamericano que afecta la competitividad, el crecimiento profesional meritocrático y la calidad de las instituciones. ¿Alguien sabe donde está la información transparente y actualizada de los concursos a profesores que se convocan desde las universidades públicas españolas?. Según un estudio de 2006 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC ), el 93,3% de aquellos que obtuvieron una plaza en un departamento universitario entre 1997 y 2001 en España ya trabajaban en ese mismo centro antes de que se les fuera concedida. El 70% de los profesores titulares de universidad se presentaron al concurso como candidato único. El 56% no había tenido ninguna experiencia postdoctoral en el extranjero en el momento de ganar la oposición, mientras que sólo un 26,3% contaba con estancias de más de 6 meses en el extranjero. Un 47,9% de los entrevistados se licencia, doctora y consigue una plaza en el mismo centro. Esta situación es totalmente inusual en países como Estados Unidos, cuyo porcentaje de endogamia es del 10%, o en el Reino Unido con un 17%. ¿Cómo se puede ser competitivo a nivel internacional si sólo una cuarta parte de los profesores asignados con plaza permanente han realizado previamente instancias largas de investigación en el extranjero?
Siempre reeditando mi artículo de 2011, un artículo provocador sobre el problema de la endogamia en la universidad española es: “Uno de los nuestros…”. Miguel Delibes de Castro. El País, 30 de octubre de 2006. Delibes de Castro afirma: “Por desgracia, en nuestro país los profesores universitarios se seleccionan con demasiada frecuencia por procedimientos poco transparentes, donde amiguismo y enchufe pesan sustancialmente más que la investigación y la docencia”. Más cerca en el tiempo, en noviembre de 2014, El País analizaba: La endogamia alcanza al 73% de los docentes. La clave es tener padrinos. Si no los tienes, todo se hace muy cuesta arriba en concursos prediseñados para profesores en particular y con muy poco tiempo para que puedas competir de manera equitativa, aunque tu currículum sea mucho más valioso. Incluso si tienes movilidad a nivel internacional, en vez de favorecerte, afectará tu reintegración al espacio universitario español, dado que “pierdes tu espacio en la fila” de quienes cumplen la rutina que dictan sus padrinos en el día a día.
La polémica continuará hasta que quizás el recambio generacional ordene las cosas y le aporte mayor calidad al sistema, entendiendo que una mayor competitividad y prestigio benefiará a todos. La cultura del chiringuito expulsa a los mejores y eterniza a algunos mediocres, incapaces de competir en el más salvaje y meritocrático mercado global.