CADE Ejecutivos es el gran evento empresarial anual de ideas de Perú. Comparto varios artículos sobre CADE 2017 en El Comercio. Dividido en áreas temáticas bajo el lema “Un solo Perú: Acuerdo al Bicentenario”, me han invitado los pasados 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2017 a formar parte del debate educativo, junto a Jorge Yzusqui -Gerente General de las prestigiosas Innova Schools-, Julio Fontán -Fundador y Director del Colegio Fontán– y Pablo Bustamante, Director de Lampadia y Past Presidente de IPAE. Comparto la breve crónica del bloque educativo por parte del portal Proactivo, así como la entrevista que me han hecho en RPP.
Yendo con mucho cuidado en ciertas afirmaciones por mi desconocimiento en profundo de la realidad educativa de Perú, mi ponencia procuró ser más transversal. ¿Cuánto puede ayudar la tecnología a la Educación? Escuelas guarderías vs escuelas Labs. La exposición giró sobre la idea que la prioridad para la transformación de nuestra educación pública no es la incorporación masiva de TIC, sino los cambios de formas de pensar y hacer la educación: de niños que obedecen órdenes a ciudadanos críticos que puedan pensar y diseñar las soluciones de su comunidad. En estos 30 años de contracultura digital ya hemos aprendido que la transformación digital no se trata de sumar más tecnología sin cambiar previamente cabezas, sino que se trata de personas usándolas de forma natural para hacer procesos distintos. Alan Key dijo su célebre frase: “la tecnología es solamente tecnología para las personas que nacieron antes de que ésta fuera inventada”, lo cual hace que el ser humano sobreestime la importancia de los nuevos inventos y desestime los inventos con los que vivió toda la vida. Nos comportamos como niños ante el nuevo juguete.
En el caso de Perú, la transformación educativa primero debería resolver los graves problemas de infraestructura de la escuela pública. ¿Tabletas en escuelas sin agua potable o electricidad pueden cambiar algo? Según los datos que se compartieron en CADE Ejecutivos 2017, Perú tiene una profunda necesidad de inversión en infraestructura educativa. Según fuentes del Censo Escolar del Ministerio de Educación de Perú (publicados en la revista de IPAE editada especialmente para CADE Ejecutivos), en 2016 solamente el 44,4 % de las escuelas públicas de educación básica tenían acceso a los servicios básicos de agua, saneamiento y electricidad. Es evidente que Perú debe invertir en infraestructura básica en la educación pública y el empresariado peruano debería colaborar en aportarle eficiencia y recursos alternativos a esa inversión. Además, invertir especialmente en conectividad y dispositivos de acceso público para estudiantes y maestros -especialmente en zonas rurales- es fundamental porque ayuda a romper una brecha de aislamiento muy severa. Pero hemos fracasado cuando intentamos colocar las TIC como la prioridad del cambio pedagógico y de la innovación en las aulas. Creíamos que poniendo dispositivos solamente iba a cambiar la cabeza del docente y del estudiante. Con o sin uso habitual de TIC en las aulas, la prioridad debería ser: ¿Cómo ayudamos al docente y a los microgestores (directores) a mejorar la educación?
Este año además se realizó la 23va edición de CADE Universitario, cuyo lema fue “hagamos lo correcto, hagamos siempre.”. IPAE también llevó adelante su CADE Educación 2017. IPAE se pregunta ¿En qué momento empezará la revolución educativa al interior de cada aula. Entre sus conclusiones me quedo con tres que considero primordiales: Repensar la formación del docente de secundaria para que sea el mentor de nuestros estudiantes; Autorizar colegios innovadores de reconocida calidad con licencia para innovar y compartir buenas prácticas; Promover la autonomía de los directores para que gestionen los aprendizajes y la cultura escolar.
Dado que aún no han publicado una versión digital, comparto la entrevista en la Revista de IPAE, editada para CADE Ejecutivos y distribuída durante el evento.
• Revista IPAE: ¿Cómo las tecnologías de la información pueden acelerar la mejora de la CALIDAD de la educación pública?
Llevamos ya 30 años de cultura digital. Es hora de naturalizar el uso de TIC en la educación formal, como ya lo hacemos en nuestra vida diaria. Hemos fracasado cuando intentamos colocar las TIC como prioridad del cambio, creyendo que poniendo computadoras solamente iba a cambiar la cabeza del docente y del estudiante. La prioridad debe ser los cambios de formas de pensar y hacer la educación. De niños que obedecen órdenes a ciudadanos críticos que puedan pensar y diseñar las soluciones de la comunidad. Soy muy crítico con las limitaciones de centrar la experiencia pedagógica en conocimientos empaquetados para un conjunto uniforme de estudiantes en un espacio físico único como el aula.
Desde Outiers School soñamos con una educación básica diseñada como un laboratorio de cocreación permanente, clubes con desafíos transversales, donde todo espacio sea un aula del binomio presencial-virtual, donde los estudiantes gocen de autonomía, colaboración y competitividad constructiva, trabajando desafíos sociales de su comunidad, mucha cultura maker así como autoevaluación por rúbricas y gamificación. Menos burocracia, menos aulas cerradas, menos asignaturas, menos profesores divulgadores de contenidos y erradicar definitivamente los exámenes memorísticos. Si se trabajan esos aspectos, el uso de TIC, contribuye a acelerar los cambios. Fácil de decir, difícil de ejecutar, porque implica el cambio de muchas cabezas acostumbradas a trabajar de una manera ya obsoleta. Uno de los problemas de la educación es que existen muchos teóricos que analizan la crisis y pocos ejecutores de los cambios. Me sorprende cuando me invitan a congresos de educadores: todos coinciden con el análisis de la crisis y sus causas, pero la colocan fuera de ellos, en el “sistema”, en la gestión ministerial o en donde sea. Me viene a la mente la frase de Kennedy: “No preguntes lo que la educación puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por la educación”.
• Revista IPAE: ¿Cómo es que la innovación digital puede hacer más inclusiva la educación en un país donde el coeficiente Gini es aún medio-alto y donde el 15% de la población tiene una lengua indígena como materna, como forma, además, de conservación cultural?
Invertir especialmente en conectividad y dispositivos de acceso público para estudiantes y maestros en zonas rurales es fundamental porque ayuda a romper una brecha de aislamiento muy severa. La desigualdad de ingresos es un problema estructural de una economía de base agraria, marginalidad y muy bajo empoderamiento de los trabajadores rurales. No es un problema que pueda ser solucionado simplemente llevando conectividad y dispositivos a zonas con alto nivel de exclusión. En países como Perú, en la innovación pedagógica con uso de TIC existe un rol clave de fundaciones privadas y emprendedores que puedan y deben ayudar a llevar innovación acelerada en las escuelas.
• Revista IPAE: ¿El design thinking puede ser una herramienta en el diseño de políticas públicas en educación?
Si. El codiseño centrado en el usuario lo es todo en la creación de políticas públicas. En eso trabajamos desde Outliers School: promoviendo un pensamiento de diseñador para no diseñadores -como maestros o gestores públicos de la educación- que les permita atacar problemas concretos creando innovación con el estudiante en el centro del proceso. Se trata de promover prototipos de rápida ejecución y bajo presupuesto. Si se tiene éxito con los adaptadores tempranos en una primera fase, es posible avanzar con una mayor complejidad y un mayor presupuesto de ejecución para atender a un público objetivo más amplio: escalabilidad! Promover prototipos de soluciones sin una gran disponibilidad de recursos financieros obliga a potenciar aún más la creatividad. Aprecio mucho el trabajo que hace en Perú la Victoria Lab, del grupo Intercorp. Ya sería un enorme paso si se utilizará el pensamiento de diseño y la cultura startup para reducir la burocracia del gerenciamiento de la educación pública. El desafío sería reducir al máximo el tiempo que el maestro llena formularios y papeles para la administración y aumentar el tiempo de dedicación directa a sus estudiantes.
• Revista IPAE: ¿Qué beneficios concretos puede traer la gamificación a la educación, en la medida en que el alumnado, en contextos urbanos, es nativo digital y en contextos rurales (donde vive más del 20% de peruanos) apenas el 27% tiene acceso a Internet?
Las estrategias de gamificación no requieren del uso de TIC. Nosotros lo hemos utilizado en nuestro Circópolis en escuelas de Colombia y Argentina y funciona. Se trata de diseñar rúbricas en papel, diseñar medallas en papel, elaborar una reglas de juego simples y empezar, como si fuera un juego de mesa pero para evaluarnos todos mutuamente. Incluso los estudiantes podrían evaluar a los maestros de una forma lúdica, jugando. Cero uso de TIC. Modificar la formas de evaluación y el seguimiento a los estudiantes es una de las transformaciones que debemos hacer, en la educación básica y en la superior. Gamificar es aplicar dinámicas lúdicas -otorgar premios en tiempo real, visibilidad de los logros, competición, altruismo, etc- en contextos que no son lúdicos por naturaleza, como la educación formal. También incorporar autoevaluación. Muchas veces el docente utiliza la evaluación como herramienta coercitiva, o sea que no debería estar en manos exclusivas del docente. Los síntomas del fracaso de la evaluación clásica durante toda la educación formal la vemos en la universidad. Los alumnos muchas veces suelen ser los más conservadores del proceso pedagógico y centran toda su energía en aprobar las asignaturas u obtener un certificado. La educación formal ha hecho un gran daño en este perfil de alumnos, que están convencidos que ir a la universidad consiste en “aprobar” y “pasar de año”.
• Revista IPAE: ¿Cuál ha sido el impacto de la colaboración de Outliers School y el Ministerio de Educación del Perú?
Solo hemos trabajado con el equipo de Perú Educa en un proceso de 2 días de codiseño de algunos desafíos, en 2015. Nos hubiera gustado trabajar mucho más en Perú y hasta ahora no lo hemos conseguido. Ojalá podamos realizar un Circópolis en escuelas públicas rurales durante 2018. Invito a fundaciones privadas y empresarios a colaborar con nosotros en ese sentido. Circópolis es un circo pedagógico ambulante de un mes trabajando en cada escuela. Promovemos el codiseño de desafíos híperlocales por parte de estudiantes y maestros, a partir de prácticas lúdicas y aprender haciendo con uso de TIC.
• Revista IPAE: Recientemente, una huelga de maestros se extendió por meses en nuestro país, siendo la evaluación del desempeño en el aula del maestro uno de los puntos del pliego de reclamos. ¿Cómo es que la innovación tecnológica puede mejorar estos mecanismos, beneficiando a todas las partes implicadas?
La misma lógica que las preguntas anteriores. No es un tema de uso de TIC. Es un tema de cambio de mentalidad y procesos. El maestro debería querer ser evaluado en forma permanente para mejorar y ser un mejor profesional año a año. Y debe ser evaluado. La innovación tecnológica puede ayudar a agilizar ese proceso, hacerlo más simple, poco burocrático y con una mejor usabilidad -a menos clicks-. Y sobre todo puede servir para acumular y compartir información pensando en los desempeños de maestros y estudiantes a largo plazo, como el historial clínico de un paciente en la sanidad.
• Revista IPAE: Alemania ha reemplazado entre 2000 y 2014 a 285.000 obreros por robots. ¿Profesiones como la del maestro corren el mismo riesgo? En tal escenario, se produciría una redistribución de la fuerza laboral docente. ¿Qué roles estarían llamados a desempeñar?
Si se piensa que el maestro es un divulgador y repetidor de contenidos creados por terceros, entonces si es reemplazable por múltiples tecnologías. Si se piensa al maestro como un mentor, una guía inspiradora y un contenedor de las dificultades familiares y sociales del estudiante, entonces son figuras irremplazables por tecnología. No solamente eso sino que -si son lo segundo y no lo primero- se les debería pagar cada vez mejores salarios. Un adolescente que sale inspirado y no aburrido de su educación básica será un ciudadano de bien y un emprendedor toda su vida. el rol del docente en el siglo XXI no es enseñarles de memoria los ríos de Perú o el día exacto de nacimiento de los próceres, sino llevar a los niños y adolescentes del lugar donde están al lugar donde esperan llegar.
Repito algo que ya he dicho en otro espacio y que quisiera enfatizar. El gran lastre del instruccionismo en la educación formal es una sociedad llena de personas esperando qué les digan qué hacer y extremadamente manipulables por los poderes de facto. No se me ocurre un lugar donde ayudar más al cambio social que en la escuela pública. Realizó más de 30 viajes de trabajo al año por todo Latinoamérica. Estoy convencido que no mejoraremos nuestras sociedades -ni erradicaremos la violencia urbana y la débil ciudadanía- sino rediseñamos la educación básica. Latinoamérica seguirá en una eterna crisis de desigualdad social hasta que dediquemos TODA la atención y recursos a la educación pública primaria y secundaria. Mayor y mejor captación de talento humano, mejor ratio profesor-alumno, mejores infraestructuras y salarios, mayor contención social y entornos que fomenten la creatividad. Y el rediseño radical de todo el modelo pedagógico: dejar de convertir las escuelas en guarderías y convertirlas en espacios de ciudadanía, diálogo y codiseño de soluciones de innovación social. Escuelas hoteles versus escuelas laboratorios.
• Revista IPAE: En países como Perú, en la innovación pedagógica con uso de TIC existe un rol clave de fundaciones privadas y emprendedores que puedan y deben ayudar a llevar innovación acelerada en las escuelas: ¿Cómo rebajar las resistencias de los maestros al uso de TICs para innovar en su enseñanza?
Las TIC ya están incorporadas de manera natural a la vida cotidiana de toda la sociedad. Todavía falta adaptarlas a usos pedagógicos pertinentes y atractivos. Llevamos más de 15 años hablando de esto y existen miles de buenas prácticas solo en Latinoamérica donde el más inteligente de la clase es la propia clase y no el maestro. La aspiración es un compromiso de los docentes sin control de nadie. Pienso en tres ejes para invertir solamente en cambios de conducta: 1) Los maestros deberían definitivamente hacer autocrítica, aprender junto a los estudiantes y probar cosas nuevas en su clase, sin miedo al error. Equivocarse mucho, rápido y barato, con el apoyo de la dirección; 2) Sumar a la escuela proyectos que permitan abrir las escuelas a fundaciones, emprendedores y universitarios para que enseñen a alumnos y maestros herramientas TIC; 3) Estrategias como promover la colectivización de la autoría en los grupos, escribir y producir todos juntos. Esto obliga a los maestros a entender como funcionan wikis, gestores de contenidos y todo tipo de plataformas colaborativas. Empoderar equipos modera perspectivas extremas e poco realistas de algunos de los actores.