Estrategias de divulgación científica, hacia la consolidación de la ciencia abierta.

 

Bruno Latour decía en Laboratory Life (1979) que “entre los científicos y el caos solo existe un muro de archivos, de etiquetas, de libros, de protocolos, de figuras y de papeles”. Uno de los trabajos que realizamos con Outliers School en las universidades de iberoamérica es innovar en las estrategias de divulgación científica, hacia la consolidación de la ciencia abierta y la filosofía Science Commons. Aunque la organización de la información es un aspecto vital en la divulgación del trabajo científico, muchos investigadores ignoran la comunicación digital de sus productos académicos y científicos y solo se limitan al formato de las publicaciones tradicionales, perdiendo oportunidades en su imprescindible visibilidad profesional. En mayo pasado estuvimos en Ecuador trabajando en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) con investigadores y su equipo de innovación para pensar nuevas fórmulas de planificar la producción y divugación científica, partiendo de una postura crítica al mundo de los papers científicos, donde “se condiciona agenda y se crea un falso modelo de escasez” (Randy Schekman), con la gravedad de que las universidades pagan dos veces a estas editoriales: pagan el salario de los investigadores para que publiquen y luego pagan las suscripciones a las revistas científicas.

Carlos Ortíz León, Director del UTPL Media Lab me entrevistó y conversamos sobre diez ejes de un nuevo paradigma en la divulgación científica. Si bien el origen de las publicaciones científicas eran las propias sociedades académicas sin fines de lucro, hoy el mercado está concentrado en tres grandes editoriales: Springer, Elsevier y Wiley & Sons. Gran parte de la discusión sobre el presente/futuro de la divulgación científica consiste en:

1. La financiación pública exige a los autores y grupos de investigación a ofrecer reportes de libre acceso a la comunidad científica. Princeton (2011) y el Government Office for Science UK (2014) fueron pioneros mundiales en esas exigencias.
2. Idea de redes científicas distribuidas Web. Importa más QUE se publica y menos DONDE se publica. Open Science Movement.
3. Cuantificar la reputación del texto (presente), NO el de la revista (histórico). Public Library of Science (PLOS).
4.Modelos semicerrado en la publicación y abierto en la distribución.
5. Eliminación del coste anual a universidades por suscripciones. Licencias per view y otras
fórmulas.
6. Construcción de plataformas propias bajo parámetros de reputación estandarizados. Aprender de Page Rank, Scholar y Altmetrics.
7. Evitar distorsión y recuperar el objetivo inicial de la comunicación científica: reconocimiento, visibilidad, diseminación de nuevas ideas y hallazgos y generar redes.
8. Publicaciones jóvenes y abiertas atienden mejor la diversidad nacional investigadores.
9. Estrategias de visibilidad en red y gestión del conocimiento. En nuestra economía de intercambios simbólicos, el silencio no otorga reconocimiento.
10. El cómo es tan importante como el qué • TL;DR (too long; didn’t read). Multimétricas. Moverse desde la divlgación basada en textos a narrativas multimediales.

Este tema me obsesiona hace mucho tiempo y escribí sendos capítulos sobre la comunicación digital en las estrategias de divulgación científica en dos de mis últimos libros: Opportunity Valley (2014) y Geekonomía (2010), ambos de descarga gratuita.

 

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